¿Por qué jugar online antes de ir a jugar en un casino real?
El blackjack online tiene ventajas innegables, y puede ser interesante comenzar por esta etapa antes de ir a un casino, para perfeccionar su dominio del juego y de la estrategia básica.
Adquiera experiencia
En internet, usted va a ganar tiempo porque el reparto es inmediato, no hay necesidad de esperar que el croupier le sirva. En un casino terrestre, en una mesa llena, usted juega un promedio de 50 a 75 manos por hora. En internet, no son menos de 100 manos que pueden ser jugadas por hora. Agregue a eso que usted podrá jugar en diferentes casillas, y usted comprenderá rápidamente que esta puesta en situación va a permitirle ganar enormemente experiencia en la aplicación de la estrategia básica.
Las condiciones ideales para mejorarse en su casa
El blackjack online le ofrece la posibilidad de apostar menos que en un casino real. En efecto, la apuesta mínima rodea generalmente alrededor de 1€ mientras que ella es, comúnmente, alrededor de 5€ en un casino terrestre.
Disfrute de las bonificaciones
Las bonificaciones son dinero agregado a su cuenta por jugar online. Todas las bonificaciones ofrecidas no permiten jugar al blackjack, nosotros hemos entonces seleccionado algunas bonificaciones validas en el blackjack, expuestas a la derecha de todas las páginas del sitio.
Esta lista está inspirada en esta página de referencia sobre
las bonificaciones en el casino online.
Esas bonificaciones le permitirán para algunos jugar gratuitamente al blackjack, para otros de jugar más tiempo porque su depósito será doblado.
Atención: no cuente las cartas online
Lo repetimos a menudo en las páginas de este sitio: ¡no es posible contar las cartas en los casinos online! En efecto, el juego es mezclado en cada tirada. Existe sin embargo ahora casino online que ofrecen jugar contra croupier “en vivo y en directo”, esto quiere decir que ellos son filmados y distribuyen realmente las cartas a algunos jugadores.
Hay en general 8 juegos de cartas en el zapato y la baraja es redistribuida a la mitad. La ventaja que podemos entonces pedir en contar las cartas “en vivo” es mínima.
